Un viaje común por la Francia más VIP

No suelo hacer este tipo de viajes, por zonas de un país en las que se mueven las masas adineradas, pero quise acercarme a la Provenza Francesa para dar a conocer un lado menos popular, lejos de sus tópicos: turismo lujoso en hoteles, restaurantes chics, boutiques, playas privadas y residencias de renombre. Playas de Niza, Saint Tropez y la cinematográfica Cannes.

Quería conectar con su lado más tradicional y la riqueza autóctona de su tierra y su gastronomía, que de eso está bien surtida: campos de lavanda, Alpes franceses, ciudades medievales y parques naturales. Los mercados provenzales tradicionales perfumados y coloridos, surtidos de especialidades del lugar (el olivo, los champiñones o las trufas). Pero es posible pasar vacaciones de verano en esta zona de Francia disfrutando del modo slow? Ese era el reto:

Los vuelos a Francia son una forma cómoda de viajar, así que cogí un vuelo a Francia, Madrid – París para hacer una primera entrada por la capital. Me gustan los vuelos a París y hacer escala al menos una noche. Además, desde allí es fácil plantarse en cualquier aeropuerto de la Costa de Azul, nada menos que seis aeropuertos en total, en Marsella, Niza, Toulon…etc. Yo desembarqué en Marsella. Mi intención era moverme tierra adentro para alejarme del bullicio de las plagadas playas, así que comencé alquilando un coche para moverme hasta Aix en Provence:

  • La primera jornada la dediqué a seguir los pasos del pintor Paul Cézanne por la ciudad, perdiéndome un poco por las calles de Aix.
  • En mi segunda jornada pasé el día visitando el parque natural del Verdón, para ello es necesario desplazarse hasta Moustiers Sainte-Marie, a hora y media. Rutas de naturaleza con paisajes increíbles.
  • Seguí ruta tomándome un respiro tras tanto senderismo en Aviñón (antigua ciudad papal).
  • Al día siguiente continué hacia la región de Vaucluse para deleitarme con una de sus famosas rutas de lavanda, aconsejable sin excepción.
  • Desde aquí me orienté hacia la región de la Alta Provenza y me alojé en Dignes les Bains, punto de cruce de Los Tres Valles de los Alpes Provenzales. Al ser verano, puede disfrutar de sus montañas y lagos sin nieve, así que subí a la estación de los Tres Valles para hacer rutas en bici. Hubiese podido pasar varias noches en este lugar, ya que los pueblecitos de alta montaña me llamaban a parar y desconectar.
  • Pero no quería volver sin visitar al menos la romana Nimes y una playa menos conocida como la de Saint-Jean-Cap-Ferrat.

 

Para terminar un vuelo de vuelta a París para despedirme y alimentar mi fibra nostálgica. Diez días de turismo relax, gastronómico y mucho más llano, pero con una mochila llena de fotos auténticas y olor a lavanda.